Diversos estudios de diagnóstico aplicados a la Educación Media Superior, arrojaron resultados que evidenciaron que en este sistema, se estaba trabajando con programas y contenidos que ponían más énfasis en la memorización que en la comprensión y además que los métodos y estrategias didácticas no desarrollaban en el alumno capacidades que tuvieran relevancia ni pertinencia tanto en el mundo social, como en el laboral. Fue así como el establecimiento de la RIEMS, con su proceso de transformación, reorientó la forma de trabajo de su plataforma educativa en los distintos subsistemas y con su propuesta basada en competencias y el enfoque de una educación centrada en el aprendizaje del alumno y una metodología constructivista, pretende ser congruente con el aspecto sociocultural de los estudiantes, la modernidad tecnológica, tendencias educativas y la globalización de los mercados.
Es por esto que de un análisis sobre las distintas concepciones de aprendizaje que se han desarrollado a través de los tiempos, las que tienen una aproximación con el enfoque por competencias –según mi percepción- son las siguientes: Aprendizaje por descubrimiento, Aprendizaje significativo, Constructivismo y Socio-constructivismo.
Aprendizaje por descubrimiento, porque el alumno experimentando descubre y comprende lo que es relevante. Debe existir congruencia entre lo que estudia y su aplicación en el entorno. En esta concepción, importa más el proceso de descubrimiento que el almacenamiento pasivo de grandes cantidades de información.
Aprendizaje significativo porque es centrado en el alumno, y es quien hace que los nuevos conocimientos los deba relacionar con los sus saberes previos, asimilando experiencias que sean difíciles de olvidar. Aquí el rol del maestro cumple con la nueva perspectiva de la Reforma, es un sujeto que ayuda a facilitar el conocimiento.
Constructivismo, porque esta teoría, concibe el conocimiento como algo que se construye, algo que cada individuo elabora a través de un proceso de aprendizaje. Los alumnos aprenden a través de la experiencia, en la búsqueda de sentidos y la construcción de significados.
El Socio-Constructivismo, que postula que el conocimiento se construye en interacción entre el alumno y el medio físico, social y cultural. Para esto debe irse más allá del pizarrón y el aula, deben incluirse actividades situadas en un ambiente real –en situaciones significativas-, actividades de laboratorio, actividades de experimentación, donde los estudiantes puedan interactuar socialmente. Desde esta perspectiva, el estudio colaborativo en grupos y equipos debe fomentarse.